Para abordar parte de los beneficios de la meditación, en esta nueva entrada de nuestro blog nos hacemos eco de una investigación realizada por Clifford Saron, investigador del Centro para la Mente y el Cerebro de la Universidad de California y Davis, además de meditador experimentado, y Richard Davidson, profesor de psicología y psiquiatría de la Universidad de Wisconsin. Ambos investigadores decidieron emprender un viaje al Himalaya en la década de 1990, provistos de un extenso equipo tecnológico con el gran objetivo de obtener resultados concluyentes sobre los beneficios de la meditación. Para ello tuvieron que ascender por las laderas del Himalaya hasta llegar a una estación de montaña llamada McLeod Ganj, donde moraban un grupo de maestros yoguis cuya experiencia en la práctica meditativa estaba ampliamente contrastada. La intención de Saron y Richard era monitorizar el funcionamiento cerebral de los monjes mientras meditaban para así obtener datos suficientes que arrojasen resultados concluyentes sobre el impacto positivo de la meditación en las personas.
Para que los monjes accediesen a colaborar en esta investigación, los científicos disponían de una carta firmada por mismísimo Dalai Lama. En el contenido de este escrito se reflejaba la petición del Dalai a los monjes para que colaborasen en el estudio. Lamentablemente, y a pesar de la intercesión del Dalai, los monjes se negaron a participar. Es importante recalcar la total disposición del Dalai a cooperar con los estudios que relacionaban la ciencia y el budismo, y por extensión la meditación y la ciencia. Después de este primer intento fallido, afortunadamente estos neurocientíficos conocieron a Matthieu Ricard, monje y biólogo, que se ofreció para colaborar. Además, logró convencer a veintiún meditadores experimentados para participar en el estudio.
Los resultados de la experiencia fueron abrumadores, y los beneficios de la meditación en el ser humano fueron contrastados. Demostraron que los yoguis o personas que meditan con cierta regularidad se concentran más rápido, son capaces de mantener la atención en una tarea sin apenas esfuerzo, no se entretienen en sus vivencias pasadas, no anticipan su futuro y toleran mejor el dolor. Sin duda, unos grandes resultados sobre los beneficios de la meditación. Sin embargo, y a pesar del rotundo éxito de la investigación, Saron quiso profundizar más en el objeto del estudio y se propuso un reto todavía más ambicioso: el proyecto Shamatha.
El proyecto Shamatha consistió en reunir a treinta investigadores interesados en el objeto del estudio, la neurociencia de la meditación. A continuación reservó tres meses en un centro en mitad de las montañas de Colorado, rodeados de un contexto natural de ensueño con frondosos bosques y lagos. Durante este tiempo convivieron decenas de yoguis primerizos para que aprendieran a meditar bajo la instrucción del maestro Wallace. Fueron instruidos en el shamata, una práctica meditativa que destaca por estabilizar la atención y abstraerse de las distracciones. Se impartieron dos sesiones diarias para posteriormente dejar a los yoguis meditar por su cuenta durante seis horas cada día. Una vez concluida la investigación se procedió a evaluar los resultados.
Después del retiro los investigadores sacaron a la luz los resultados del estudio y dieron a conocer una vez más los beneficios de la meditación en el ser humano. Entre los resultados se destaca que se reconocieron mejoras en la capacidad de atención, cuando estaban desarrollando una tarea su concentración parecía inalterable, al mostrarles líneas cuyas longitudes apenas variaban, ellos las detectaban con suma rapidez y agudeza, lidiaban perfectamente y sin sufrimiento con el estrés y su sensación de control y bienestar se había incrementado muchísimo. Y lo más impactante es que todos ellos se habían vuelto más sensibles al dolor y sufrimiento ajenos, lo que nos invita a reflexionar sobre la esencia más pura de las personas. Par finalizar, es importante recalcar que tras el retiro muchos de ellos siguieron meditando en torno a una hora diaria. Tras reunirlos de nuevo 7 años después, los yoguis conservaban casi todo lo que la meditación les había aportado.
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Fuente artículo: https://www.muyinteresante.com/salud/
Fuente de imagen: Pixabay. Autor: truthseeker08